Después de mi tambaleante mundo primario y sin las cosas para nada claras, se debían tomar algunas decisiones de donde comenzar mis estudios secundarios. Algunos basándose en ideales preconcebidos,sugerían mi ingreso al nacional Buenos Aires, que para quienes no están al tanto, es "el Colegio". Muy exigente, muy académico y emblemático por sobre todas las cosas y merecidamente.
Los más realistas, se inclinaban porque haga el intento de ingresar en el colegio donde iba Roly , que estaba más acorde con las cercanías, la compañía de él y sobre todo las capacidades demostradas hasta el momento, no daba para picar alto..
Así fue como tome un breve curso con un profesor (Dany, sobrino de Ite Bobroff) y di mi examen de ingreso al Sarmiento, sacándome el segundo puntaje de todos los que se habían presentado. Recuerdo como si fuera hoy que cuando llegué a ver las listas de los resultados, empecé de abajo hacia arriba. Poca fe la mía. Cuando no me encontré entre los aplazados, suspiré, pero a medida que avanzaba mi lectura hacia arriba, acrecentaba el temor de que mi examen hubiera terminado en un canasto. Pero subía y bajaba mi mirada, cada ascenso y la no aparición de mi nombre, era una confirmación del canasto. Pero no. Aparecí en el segundo lugar con 42.5 sobre 45, aún mejor puntaje de mi Roly en ese mismo colegio años atrás.
El milagro duro poco. Mi primer año fue malísimo, me llevé 5 materias. Mi tema era el basquet. No iba al colegio para ir a tirar pelotas al club. Los años sucesivos no fueron mejores, fueron mucho peores aún, 7 materias en 2º año, 8 3n 3º y algunas otras en 4º y 5º año.Materias en marzo, y siempre zafando Lo que se dice un mal alumno, pero que aprendí a dar exámenes con mucha soltura y otras con mula.-tema de otro relato-(no confundir con copiar).
Todos los exámenes que di en el colegio secundario, podía ver a julio en el marco de la puerta del aula. Yo iba solo al cole a dar los exámenes, pero sabía que él en algún momento llegaría y creo que más de una vez fue él responsable de que me aprobaran.
Pero siempre el gordo llegaba para dar su apoyo presencial.
Muchas más anécdotas me vienen a la memoria pero, sería un abuso. Vendrán más adelante
Los más realistas, se inclinaban porque haga el intento de ingresar en el colegio donde iba Roly , que estaba más acorde con las cercanías, la compañía de él y sobre todo las capacidades demostradas hasta el momento, no daba para picar alto..
Así fue como tome un breve curso con un profesor (Dany, sobrino de Ite Bobroff) y di mi examen de ingreso al Sarmiento, sacándome el segundo puntaje de todos los que se habían presentado. Recuerdo como si fuera hoy que cuando llegué a ver las listas de los resultados, empecé de abajo hacia arriba. Poca fe la mía. Cuando no me encontré entre los aplazados, suspiré, pero a medida que avanzaba mi lectura hacia arriba, acrecentaba el temor de que mi examen hubiera terminado en un canasto. Pero subía y bajaba mi mirada, cada ascenso y la no aparición de mi nombre, era una confirmación del canasto. Pero no. Aparecí en el segundo lugar con 42.5 sobre 45, aún mejor puntaje de mi Roly en ese mismo colegio años atrás.
El milagro duro poco. Mi primer año fue malísimo, me llevé 5 materias. Mi tema era el basquet. No iba al colegio para ir a tirar pelotas al club. Los años sucesivos no fueron mejores, fueron mucho peores aún, 7 materias en 2º año, 8 3n 3º y algunas otras en 4º y 5º año.Materias en marzo, y siempre zafando Lo que se dice un mal alumno, pero que aprendí a dar exámenes con mucha soltura y otras con mula.-tema de otro relato-(no confundir con copiar).
Todos los exámenes que di en el colegio secundario, podía ver a julio en el marco de la puerta del aula. Yo iba solo al cole a dar los exámenes, pero sabía que él en algún momento llegaría y creo que más de una vez fue él responsable de que me aprobaran.
Pero siempre el gordo llegaba para dar su apoyo presencial.
Muchas más anécdotas me vienen a la memoria pero, sería un abuso. Vendrán más adelante